Jugar dominó se convirtió ayer en unas de las principales actividades de ocio para los residentes de los principales barrios del Gran Santo Domingo, donde el flujo de personas y las acostumbradas piscinas en las calles durante el asueto de Semana Santa se notaban reducidas.
Durante un recorrido realizado por Listín Diario por los barrios Villa Consuelo, Villas Agrícolas, Capotillo, 27 de Febrero y Espaillat, se observaron muchos negocios abiertos, mientras que la presencia de agentes de la Policía era casi nula.
Villa Consuelo
En el barrio Villa Consuelo estaban abiertos decenas de colmados donde las personas escuchaban música e ingerían bebidas alcohólicas.
Allí los comunitarios que decidieron quedarse en la ciudad se observaban frente a colmados y lugares de diversión, mientras las calles lucían desoladas.
Otros optaron por apostarse frente a sus residencias con amigos para jugar dominó y darse sus traguitos.
Al ser cuestionados sobre la seguridad en ese barrio, aseguraron que todo estaba calmado, aunque las patrullas policiales no habían pasado.
“Ayer la Policía lanzó su operativo y de una vez los policías pasaron por aquí varias veces, pero hoy no han pasado no, aunque seguro vienen más tarde”, expresó Carla Ortiz.
Dijo que “gracias a Dios todo estaba tranquilo y que las personas que decidieron quedarse en sus casas decidieron ponerse a jugar dominó”.
Villas Agrícolas
Los preparativos para comenzar a disfrutar el Viernes Santo se estaban realizando. En varias bombas se observaron decenas de personas inflando sus piscinas para bañarse hoy.
“Imagínate, nosotros comenzamos a inflarle la piscina a los muchachos hoy (ayer), porque estábamos trabajando, ya a partir de mañana (hoy) comenzamos a disfrutar con ellos en tranquilidad”, expresó Juan Pérez, un padre de familia.
La presencia de agentes policías también fue nula durante horas de la tarde de ayer, aunque algunos residentes aseguraron que varias patrullas pasaron en horas de la mañana.
Capotillo
El juego de dominó era lo que caracterizaba a este sector. Desde la entrada al barrio decenas de personas se observaban jugaban en las aceras.
Muchos estaban frente a sus casas, mientras que otros decidieron irse a los diferentes colmados del barrio.
Parecía que la mayoría decidió quedarse, pues el cúmulo de personas en este lugar era notorio.
“No hay más nada, nosotros nos quedamos aquí tranquilos porque no hay forma de irse para otro lado”, dijo Carlos Marte.
Expresó que no se había producido ningún inconveniente hasta ese momento y que varios agentes policiales supervisaban la zona, aunque el equipo de Listín Diario no logró verlos.
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